Es mostren els missatges amb l'etiqueta de comentaris Recargolacions. Mostrar tots els missatges
Es mostren els missatges amb l'etiqueta de comentaris Recargolacions. Mostrar tots els missatges

divendres, 5 de març del 2010

Error

El cuaderno estaba encima de la mesa. En la primera página, despacio, meticulosamente, escribió su nombre, con las iniciales grandes y barrocas. Esperó que la tinta se secara pacientemente.

De todos los colores, en la tinta prefería el negro, pues parecía más solemne.

Cuando desapareció el brillo del último de los trazos, pasó la página. Echó una ojeada al reloj de pared que por encima de su cabeza marcaba de manera objetiva el paso del tiempo. Eran las 11:59 de la noche. En la hoja en blanco, escribió:

“Moriré mañana a las 11:59 de la noche.”

Esperó a que la tinta se secara. Cuando desapareció el brillo del último de los trazos, cerró el cuaderno.

Entonces se fue a la cama, pero no podía dormir. Pensó en leer algo, pero no quería empezar ningún libro ahora que se iba a morir. Pensó en escribir sus memorias, pero le pareció absurdo, pues nunca llegaría a terminarlas. Así que se levantó de la cama para instalarse en el sofá frente al televisor. Resultó ser el mejor remedio para el insomnio. Quedó dormido en el sofá mientras por la tele pasaban imágenes de programas malos de madrugada.

Se despertó cuando la luz empezaba a cambiar el color del cielo. Tenía todo el cuerpo dolorido. Cerró la televisión. Se levantó y estiró un poco sus miembros agarrotados. Tenía hambre.

Lentamente, siempre lentamente, preparó el desayuno. Dos tostadas con mermelada y un café, como siempre, desde hacía tanto tempo que su memoria no alcanzaba a recordar. Mientras subía el café bajó al quisco de la esquina en bata a comprar el diario, que momentos más tarde leía, enterándose de las noticias del día anterior a su muerte. Se lo leyó de cabo a rabo, terminando cuando ya hacía rato que las tostadas habían quedado reducidas a cuatro migajas.

Sin nada mejor que hacer, dobló el diario por la sección de pasatiempos e intentó completarlos todos. Se rindió cuando volvió a sentir hambre.

Entonces se terminó las sobras que quedaban en la nevera, y se sentó contemplando otro café. Le quedaban unas nueve horas de vida. ¿Qué haría con ellas? Al final decidió ver su colección de películas de nuevo. No eran muchas. Solo tenía 5, que habían llegado a sus manos de maneras diversas, pero de las que no había comprado ninguna.

Y así pasó la tarde, viendo una historia tras otra. El sol descendió de su trono para fundirse a la tierra en su abrazo diario, y la noche cubrió el cielo como una mancha de tinta cubre el papel.

Cuando terminó la última película, ya quedaba menos de una hora para su muerte. Colocó con cuidado cada cinta en el lugar que le correspondía en la corta hileram y kuego se sentó en el escritorio como lo había hecho la noche anterior.

El cuaderno estaba encima de la mesa. Lo abrió por la primera página, despacio, donde estaba su nombre escrito con letra de caligrafía infantil, con las iniciales grandes y barrocas. Lo miró durante un rato. Finalmente, pasó la página, para encontrarse con la frase negra:

“Moriré mañana a las 11:59 de la noche.”

Posó su mirada en el reloj de pared que por encima de su cabeza marcaba de manera objetiva el paso del tiempo. Las 11:30. Las 11:31. Las 11:32. Las 11:33…

Cuando la aguja avanzó hasta las 11:58, su corazón dormido pareció reaccionar por un breve momento con un latido más rápido del habitual. Sesenta segundos, solo sesenta segundos.

Y entonces, las 11:59.

Nada ocurrió.

Sesenta segundos. Y las 12.

Unas campanas redoblaron en algún lugar, lejos. Empezaba un nuevo día. Miró sin comprender la frase que había escrito en el cuaderno. ¿Qué ocurría? O mejor dicho, ¿Qué no ocurría? Entonces lo comprendió y su cara se desfiguró en una mueca de horror.

¿Qué había hecho? ¿Cómo había podido cometer tal fallo léxico?

Moriría mañana. Siempre mañana. Se había condenado a vivir eternamente.


***


Es nota que estic llegint Death Note? (Dezu No-to!! el katakana em mata... xD)

diumenge, 22 de novembre del 2009

Waking

She opened her eyes and blinked as the blurred vision of the place she was in started to define. It was somewhere small and claustrophobic, the silhouette of a curtain allowing little light to flow in.
Where was she?
The sound of someone’s breathing next to her made her suddenly realize her situation as the memories of the previous night burst in her mind, changing the world around her.
She rolled on her back to face the figure resting at her side, the sleeping features of a man in his early thirties. It was a face she knew very well, she could have drawn it without looking at any model. Actually she’d drawn it many times. But she hadn’t had the opportunity to look into those big blue eyes until last night. And the experience exceeded by far her expectations, though she had to admit that she’d dreamed what she was living now more than once. But she wasn’t a pervert. He wasn’t a pervert, this is. Was he?
He was a rockstar and she was sixteen years old.
She felt she loved him and he was so far away. Closer than ever, that’s true, but still far in the distance.
And now she was so afraid to lose him. To lose the little she had gained. She was afraid of the moment he would open his eyes and look at her, say thank you (or maybe not even that) and goodbye forever, with a cold smile on his face.
She was just another groupie for him, she was sure.
But she already knew it was this way the night before, didn’t she? She knew the consequences; she knew she would feel like she was feeling now the next morning.
But she did it the same.
Had it been worth it?
Absolutely, hands down.


She rested her head on the pillow and stared at him, memorizing every little detail of the scene. The creases of the sheets that covered their bodies. His locks of hair sprawled in every direction around his head. The curve of his eyelashes. The dimple in his chin. The sound of his breathing.
Then she thought of the music he wrote. How could be bad a person who could wrote those notes and those lyrics, with such sensitivity, such background behind?
What would he do when he woke? Now that was all that mattered.
She didn’t dare to move, she was barely breathing. She was thinking what she would say, the ease that had filled her the previous night long gone.
“I don’t want you to go.” she whispered unconsciously.
He moved a little bit, tilting his head out of the pillow. She forgot to breathe for an instant. When she saw he stayed asleep she relaxed again her body, though she was breaking down with despair inside. She didn’t want him to open his eyes. At the same time, she wished the uncertainty to be over.
The seconds tickled by, slowly and fast. Minutes passed. Perhaps hours. She didn’t know how long had she been watching him sleep, but she felt more nervous every second.
In her mind, she reached to a conclusion.
She wouldn’t stand knowing that she had not been important for him. She had to do something so he would look at her as something unique. She wanted to be a turning point in his life.
But what could she do? She was so meaningless…
Then it occurred to her that if she couldn’t be a turning point, she could be the final goal.
At first this thought make she smile. You’re definitely crazy she thought by herself. But then, as she visualized it, it started to make sense. Why not? She wanted to be important for him…
She looked at him once more, that peaceful face. She realized he was under her power. She was feeling powerful. This made her took the decision.
Slowly, silently, she sat up. She took her pillow and embraced it with her naked body. She bended carefully, and gently pressed her lips against his, so gently they were barely touching. The kiss lasted for few seconds, and she put all her soul into it, even though he couldn’t notice. She smiled at the thought, because truth was it had always been this way, he had never noticed her love, and he never would. She sat up again and took a breath.
Then, with determination, she pushed the pillow on his face.
She was going to be his end.


Queden 2 dies, i també en queden 6.
I tinc por...

dissabte, 10 d’octubre del 2009

Desire

Lentament, s'endinsa en la boira. Al seu voltant, tot és un vast aiguamoll d'aigües grises la profunditat de les quals és impossible d'endevinar. A poc a poc, camina posant un peu davant de l'altre sobre el camí laberíntic que forma la terra emergent.
La solitud és tangible, però no angoixosa. Al contrari, una sensació de calma s'extèn des de les puntes dels dits que toquen la terra humida fins les arrels dels cabells.
El temps no transcorre, és etern; una passa darrera l'altra, la repetició és infinita.
No sap quant fa que la boira l'envolta ni quantes passes ha caminat. És l'únic que ha conegut i no en sap res del Sol ni de la terra seca, ni té cap inquietud per fer-ho.

Tanmateix, s'equivoca. El temps transcorre i el nombre de passes és finit. Es deté quan es troba en un lloc que sembla diferent a la resta de l'aiguamoll. És un racó com una illa de terra emergent, de la qual surten moltes ramificacions d'estrets caminets. I, al centre, un petit to de color contrasta amb la gamma de grisos que l'envolta. No ho sap, però es tracta d'una flor. La curiositat pot més que l'angoixa que li desperta aquesta situació nova, i s'agenolla per veure millor aquest prodigi.
Amb compte, acaricia els pètals vellutats. Tots els seus membres s'estremeixen al tacte d'una cosa tan suau. I llavors, d'improvist, una carícia li recorre tota l'esquena seguint la columna vertebral.
La sensació és tant agradable que ni tan sols es gira per saber què la provoca. A poc a poc, les seves parpelles es tanquen i s'abandona a les carícies que deixen l'esquena per recòrrer-li els braços, la cintura, l'estèrnon, la clavícula, el coll, el rostre...
Un sospir de plaer s'escapa d'entre els seus llavis, i entreobre els ulls buscant l'origen del contacte. Al moment lamenta haver-ho fet. Les carícies cessen. Ha arrencat la flor sense voler i ara la té entre les seves mans, on ja s'està marcint. La solitud torna a ser la seva única companya. Però no ha tornat la calma.
La llavor de la inquietud ha sigut sembrada dintre seu. Quines eren les noves sensacions que li han transferit aquelles carícies? Perquè han hagut d'acabar? Ja no vol caminar més per l'aiguamoll ni sentir la pressió humida de la boira contra la seva pell. Els seus porus s'han despertat i busquen alguna cosa més.
Però cap a on ha d'anar? Cap on s'han de dirigir les seves passes aquest cop?
S'aixeca. La incertesa i la necessitat d'allò que no posseeix s'han instal·lat en el seu cor.


Què és el desig? Es pot fingir? Què el provoca? Tinc la sensació de que s'equivoquen quan em diuen que segur que l'he experimentat algun cop...

diumenge, 30 d’agost del 2009

Recepta de la Felicitat al meu estil

Ingredients:

- Un grapat d'amics
- Una part de confiança
- Un grapat de gent nova (és important que no barregem adolescents amb adults, o uns o altres)
- Dues cullerades soperes de sort
- Una culleradeta de salsa d'amor
- Verd en pols en abundància
- Sal de riure

Agafar el grapat d'amics i posar-lo en una olla a cocció lenta juntament amb la confiança. Quan la textura sigui del nostre gust, treure-ho del foc i deixar-ho a l'escorredor. No ho deixarem de banda, serà una part molt important.
En un bol, barrejar-hi el grapat de gent nova amb les cullerades de sort, i condimentar-ho amb el verd, sense por de passar-se. Després d'amassar-ho una mica, depenent del clima, es pot deixar la mescla a la nevera una estona o pel contrari escal-far-la al microones (o al forn, pels maniàtics a qui no els agrada, o pels que no en tenen, que també n'hi ha).
Servir en un plat bonic, posant una culleradeta de salsa d'amor en cada porció. Presentar el grapat d'amics amb confiança de manera que cadascú s'ho pugui acompanyar en la mesura que vulgui, igual que la sal de riure, que hi queda molt bona. Finalment, ma mare sempre em diu que és molt important acompanyar aquesta recepta amb un bon got de confiança en un mateix.


He de reconèixer que la idea d'elaborar aquesta recepta no és meva... Però els ingredients i el procediment sí que ho són, paraula, estic tan culinària darrerament!

dimecres, 29 de juliol del 2009

Estimat diari...

Aquest títol seria el típic encapçalament de qualsevol clàssica entrada en un diari personal. Existeixen molts tipus de diaris personals, si t'hi pares a pensar: aquell on anotes el teu dia a dia, el de les teves reflexions; l'altre on cada matí, en despertar-te, anotes allò que has somiat; el diari de viatge, en el que relates les teves experiències fora de casa; el quadern d'idees dels artistes, on apunten qualsevol llumeta que se'ls hi hagi encès per tal de no oblidar-la...
Per tal de no oblidar. És per això que s'escriuen els diaris. Perquè tenim por d'oblidar el nostre passat i que els altres ens oblidin a nosaltres.
També hi ha un altre motiu per a escriure els diaris: per desfogar-se.

Servir als dos objectius al mateix moment no crec que sigui fàcil.
Perquè algú que no vol ser oblidat tendirà a escriure per a deixar una bona memòria de si mateix. En canvi, al que escriu tan sols per desfogar-se i després tant l'hi fa si aquell paper es crema, escriurà allò que li surti de dins, tal com raja, sense preocupar-se de què pensarà qui el llegeixi.
La pregunta és si cap dels dos deixarà sobre el paper la seva vertadera essència.
Un deixarà un testimoni probablement molt més elevat que l'individu real. I l'altre deixarà els seus pensaments més extrems, més fogosos, no el seu jo habitual.
Bé, suposo que tots dos són part d'un mateix, de totes formes. Al final resulta que tot i els nostres esforços, els diaris no poden representar-nos, perquè tenim massa facetes.
I aquells que s'esforcen en semblar perfectes en els seus diaris, s'estan equivocant: estan deixant un testimoni que no els representa. I qui llegeixi el seu diari coneixerà una altra persona, no l'autèntica, que, eclipsada per la falsa, desapareixerà.


Ha passat força temps des de l'última entrada, i força coses m'han passat a mi. El color verd d'aquest bloc em fa tornar a la verda i plujosa terra d'Eire, on es necessita un jersei al juliol... M'agradaria poder dir que després d'aquestes dues setmanes sóc una altra persona, tanmateix, de tornada a la calor, sé que no és veritat.
Bé... potser només una mica.

dissabte, 6 de juny del 2009

Redacción

La palabra adolescencia carece de significado, del mismo modo que infancia, edad adulta o vejez. En todo caso, no tienen el significado que tendemos a darles. Las usamos para denominar supuestas etapas de nuestra vida, cuando en realidad no todo el mundo las pasa al mismo momento, ni le duran igual, y hay quien ni siquiera las vive.
Y sin embargo nos gusta tanto generalizar: los felices años de la infancia, el adolescente rebelde y egocéntrico y el adulto con los pies en la tierra incapaz de soñar.
Centrándonos en la adolescencia, ¿por qué debe ser esa la etapa en la que nos tenemos que enamorar, el tiempo de hacer locuras, o el momento de vestirse con colores chillones? Sé que hay algunos argumentos para responder estas preguntas, pero fíjate: ¿acaso no está mal visto el niño que descubre precozmente la sexualidad, o no es motivo de burla el virgen de treinta años? ¿No se mira de reojo a los "adultos" que expresan sus sentimientos con libertad o se critica a la mujer que "viste como si tuviera 15 años"? ¿Por qué condenamos nuestra propia libertad con estos arquetipos, a menudo actuando según nuestra edad como sabemos por películas, libros o cualquier otro medio que se espera que hagamos?
No deberían existir la niñez, la adolescencia, la edad adulta o la vejez. Es un intento de catalogar la vida, que cada cual debería vivir como la siente, evolucionando y madurando a su manera y no como se espera de él.

dijous, 21 de maig del 2009

Sis campanades

La calor m'atrapa.
La calor cau sobre mi en forma de llum, i rellisca per la meva pell en forma de pluja.
La calor m'escalfa el cor i m'empresona i m'ofega.
La calor s'estén pel meu cos fins a les puntes dels dits. Em costa respirar, però em sento alliberada.
La calor em calma l'ànima i m'alimenta el foc que duc dins.
M'embolcalla. Vull sortir. Vull cremar-me i esdevenir cendra, i volar amb el vent.
Llavors, lentament, desaparec.
La calor m'evapora.


Bé, sembla que s'acosten canvis. Canvis radicals.
Ja era hora.